viernes, 16 de marzo de 2012

El porqué de los vicios.

La mayoría de los caballos son buenos. pero, cualquier caballo puede volverse malo a consecuencia de un mantenimiento o cuidado inadecuado. Algunos caballos tienen predisposición a crisis neuróticas cuando se enfrentan con presiones domésticas. Esta debilidad psicológica puede ser heredada genéticamente, formada por experiencias con la madre o con la doma, o puede que se desarrolle a lo largo de su vida debido a una enfermedad o trauma. Caballos con tendencias neuróticas suelen tener vicios.
Los vicios son unos hábitos indeseables que los caballos exhiben normalmente cuando están estabulados y generalmente son causados por reclusión, demasiada comida y estrés. Algunos ejemplos de estos vicios son tragar aire, cocear, golpear las puertas, balancearse y andar en circulos por la cuadra.
Los malos hábitos, tales como ponerse de manos, agarrarse, etc. son unos comportamientos indeseables en respuesta al trato humano, y suelen ser causa de una doma acelerada e impropia, inseguridad y resentimiento. Un caballo resentido es no es cooperativo. Su falta de colaboración puede ser por confusión, miedo, desacato, cansancio, aburriemiento, y a veces por que está demasiado fuerte.

Muchas veces una acción del caballo es interpretada como un mal comportamiento pero en realidad es una conducta equina legítima. Pero claro, lo que es un comportamiento bueno entre caballos no lo es entre caballo y humano. Aquí es donde entra la psicología práctica, la modificación de comportamiento, el entrenamiento, el ajuste de actitud, etc.
La mayoría de vicios y malos hábitos son previsibles, esto es, con perspicacia y un trato y entrenamiento adecuado, la mayoría pueden ser evitados. La prevención es el camino deseable porque una vez que ciertas manías han sido adquiridas, pueden resulatr muy difíciles de cambiar. Algunos vicios sí que se pueden arreglar a base de técnicas y equipos especiales para disminuir los efectos negativos de tales. Pero conseguir quitarlo del todo es casi imposible.
Cosas a tener en cuenta para entender el por qué de las manías de tu caballo:
  1. Ante todo tienes que entender el comportamiento y las necesidades de los caballos.
  2. Identifica y describe el vicio.
  3. Determina la causa o causas.
  4. Haz los cambios necesarios en los campos que afecten al vicio (instalaciones, ejercicios, nutrición, la forma de cepillarlo, etc. Lo que haga falta)
  5. Lee artículos en el que la situación sea parecida e intenta las soluciones que se aconsejen.
  6. Considera hablar con un experto sobre el tema.
Entendiendo el comportamiento y las necesidades
El comportamiento natural de un caballo debe ser alterado para que el éste se adapte al proceso de domesticación. Estas modificaciones en los comportamientos naturales son el resultado del estrés.
El caballo hará una manía de aquella acción que repita a menudo, sea por causa humana o no. Siempre habrá que tener en cuenta también el temperamento del caballo, ya que un caballo arisco es más propenso a coger manías que uno dócil.
El caballo es un nómada sociable con sentidos e instintos entusiastas, y reflexiones altamente evolucionadas. Estas características son las que hacen que un caballo llegue al podium, o que un caballo histérico se tire hacia una alambrada. Si se les da la oportunidad, los caballos siempre querrán estar acompañados, ya que se sienten más seguros y cómodos.

Los caballos que están en libertad hacen varias cosas como rutina: comer, beber, revolcarse, jugar, y cepillarse mutuamente. El deseo de hacer estos rituales no disminuye, y probablemente hasta aumenta, en el caballo que se encuentra estabulado. Los humanos podemos pensar que el caballo prefiere estar limpio, esquilado y con manta, pero la mayoría de los caballos optarían por un buen revolcón en el barro. Por ello es necesario que tengamos en cuenta las necesidades de nuestros caballos, ya que ésta es la única manera en la que vamos a ser capaces de prevenir la aparición de los vicios.
Otra cosa también muy importante es que cuando hablamos de que a los caballos les gusta tener compañía, tenemos que tener en cuenta que NO se llevan bien con todos, al igual que pasa entre los humanos. Entre ellos de forman peleas para determinar el orden del dominio jerarquico. Este establecimiento de rangos sociales causa agresiones innecesarias. Los humanos también entran en este rango social de los caballos, y por ello nos ponen a prueba para saber qué lugar ocupamos. Debemos demostrar al caballo que nosotros somos la cima. Si esto no se hace, el caballo intentará relacionarse con el humano como si se tratase de otro caballo. Cuando un caballo está siendo cepillado, muchas veces intenta mordisquearte, o cosas por el estilo; eso es lo que haría con otro caballo (cepillado mutuo). Aunque sea una acción amistosa, es mejor que se la corrijas, con un tortazo en el cuello y un "NO" para que no haya peligro de que empiece a morder o de que coja demasiadas confianzas (en el sentido de amistad). El "NO" ayudará a que el caballo asimile esta palabra con algo malo, así reaccionará en un futuro a la palabra. Para que el caballo no lo vuelva a intentar hacer, dale un poco de heno para que se entretenga.

Si un caballo no se ha relacionado lo suficiente con la gente o está fuera de la vista de otros caballos, el caballo se puede sentir inseguro y por eso puede que intente desesperadamnete comunicarse o aproximarse a sus compañeros de manada mediante relinchos, tirones, etc. Esto puede llevar a unos resultados desastrosos, provocando que el caballo relacione la cuadra con algo malo. Por ello es necesario que se trabaje con el caballo desde muy temprana edad.
Los caballos son animales nómadas. La tendencia a vagabundear es el factor causante de comportamientos tales como, escarbar, golpear la puerta de la cuadra, o balancearse de un lado a otro. Estos vicios aparecen por aburrimiento, falta de ejercicio, demasiada comida o insuficiente trato. El ejercicio regular es necesario para el bienestar de la salud física y mental del caballo estabulado. Cualquier caballo, y especiamente uno muy enérgico o curioso, necesita un ejercicio activo y prolongado por lo menos 5 veces a la semana. Este tipo de ejercicio puede hacerse a la cuerda o montando. A menos que el caballo vaya a estar suelto por lo menos 5 horas, no es suficiente con soltarle.
La ración de un caballo debe estar ajustada a la necesidad energética del mismo. Muchas veces la cantidad y tipo de alimento que se le da está pensado para los días de trabajo, pero luego no se altera cuando el caballo ha tenido que estar parado por algún motivo. Un caballo que come demasiado y que hace poco ejercicio es el más propenso a comenzar con vicios de establo.

Los caballos estabulados necesitan ser soltados para que se puedan comportar como "caballos". Si esto no se hace los caballos tienden a aburrirse, a hacerse vagos, insensibles, irritables, nerviosos o explosivos.
Aunque el caballo moderno esté relativamente a salvo de depredadores, siguen siendo muy desconfiados y asustadizos ante lo desconocido, y si no se tiene cuidado, esto puede producir pánico. Pocos caballos que están solos se quedan cerca de algo sospechoso. Pero se puede enseñar al caballo a fiarse de su dueño en estas situaciones, y muchos lo hacen. Tomemos como ejemplo un caballo de paseo: normalmente son de los más tranquilos y nunca se asustan de nada, pasan por donde les pides... pero cuando no hay nadie encima no harían ni la mitad de cosas que hacen con su jinete.
Si un caballo carece de confianza o no ha sido bien enseñado, se asustará de la más mínima tontería. Y Como el caballo tiene una excelente memoria, se auerda de las experiencias más remotas, especialmente si tienen que ver con su escasez de confianza y seguridad. Se piensa que los caballos nunca llegan a olvidar por completo estos miedos. Lo único que puedes esperar es que estas malas experiencias queden arrinconadas por las buenas

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