miércoles, 28 de marzo de 2012

El lenguaje de los caballos : Comportamiento natural.

El hombre lleva siglos relacionándose con el caballo de una manera poco divertida para el animal. Si fuéramos capaces de mejorar estos vínculos, dicen los expertos, las relaciones y el rendimiento de nuestra montura mejoraría notablemente. Ellos tienen un desarrollado lenguaje de comunicación. Hagamos por entenderlo
Los antepasados del caballo doméstico eran animales de presa para el hombre y muchos depredadores. Sin embargo, la historia de la interacción humano-equino comenzó a cambiar alrededor del 6000 A.C., cuando disminuyó la población de los caballos salvajes eurasiáticos y fue amenazada una importante fuente de alimento y de sustento para el hombre. A partir de ese momento, los humanos comenzaron el proceso de domesticación temprana de grupos de yeguas y de machos castrados, los cuales fueron montados, agrupados y utilizados como fuentes de carne, leche y piel. Las diferencias culturales en cuanto a la manera de abordar la relación humano-caballo han sido evidentes en la historia antigua y clásica y aún persisten en nuestra época. Existen dos tipos de acercamiento principales: (1) un acercamiento cooperativo basado en el entendimiento del comportamiento del caballo y (2) un acercamiento alternativo basado en la dominación humana y la sumisión equina. Las interacciones y el contacto social entre los seres humanos y los caballos han reflejado estas diferencias en el acercamiento. Durante siglos los caballos se han centrado y esforzado en entender el comportamiento de los seres humanos, pero lastimosamente nosotros no hemos hecho lo mismo. Por este motivo no aprovechamos las ventajas del espíritu cooperativo de esta maravillosa especie y nos centramos en dominarle y someterle en detrimento de un verdadero vínculo afectivo y cooperativo, el cual traería mayores beneficios para ambas especies.

El acercamiento cooperativo humano-caballo representa la manera más racional de obtener el mayor beneficio social y económico para el humano y de bienestar animal para el caballo. En este trabajo se presenta una breve descripción sobre el comportamiento natural del caballo salvaje y la forma como este animal comunica y expresa sus necesidades y diferentes estados de ánimo. El conocimiento de estos aspectos nos permitirá tener un acercamiento más racional (cooperativo) hacia la especie equina, lo cual redundará en mayores beneficios para ambas especies.

Comportamiento natural del caballo salvaje
1. Organización social

Las sociedades equinas salvajes son grandes,
poseen una estructura social similar y son polígamas. Normalmente, en regiones sin control de la proporción de machos y hembras, los caballos se organizan en asociaciones reproductivas discretas no territoriales, muy estables a largo plazo. Estas asociaciones abarcan generalmente un semental (de vez en cuando varios), varias yeguas adultas y sus potros. Estos grupos son conocidos como un haren. Casi siempre se produce una desviación en el número de machos nacidos dentro de un haren, por lo que los jóvenes sementales en exceso se reúnen a menudo en una congregación menos estable de solteros. De manera amplia, los grupos familiares (harenes) y los sementales solteros pueden ser considerados como una sociedad de múltiples niveles (manada). Dentro de las manadas existe una interacción clara entre cada uno de los subgrupos para coordinar el escape ante los ataques de los depredadores.

2. Historia social de la vida de los caballos salvajes
Los caballos son animales de desarrollo precoz. Al cabo de horas realizan una amplia gama de comportamientos instintivos y aprendidos, necesarios para reconocer a sus depredadores y sus ataques y para reconocer a los miembros de su familia. Pasados algunos días, los potros asimilan su grupo familiar y las interacciones con sus padres, hermanos y otros miembros de la manada aumentan de manera progresiva. Durante ese tiempo, aprenden los códigos sociales, desarrollan sus capacidades y exploran su medioambiente. Aproximadamente, un mes antes del nacimiento de un nuevo hermano, las yeguas destetan gradualmente a sus potros. En regiones templadas, la mayoría de las yeguas se reproducen estacionalmente y producen típicamente 4 potros en 6 años. De manera opuesta a muchas especies, los equinos de ambos sexos abandonan sus grupos familiares cuando alcanzan 1-3 años de la edad. Para evitar la endogamia (reproducción entre individuos de una misma familia), las yeguas jóvenes se asocian con grupos de yeguas familiares pero no con sementales familiares. Por otro lado, los machos jóvenes prefieren asociarse con grupos diferentes a su familia. Inicialmente, los sementales jóvenes e inexpertos se reúnen para formar una unidad de solteros con reglas menos serias y un ambiente menos tenso, lo que permite una segunda fase de comprobación y desarrollo social. Los sementales ganan sus propias yeguas ya sea mediante la abducción (sometimiento de las yeguas en contra de su voluntad) o mediante el combate con sementales mayores. El inicio de la vida sexual comienza cuando los caballos tienen una edad entre los 5-7 años. Los caballos salvajes son raramente solitarios durante su vida, tampoco los son cuando cambian de subgrupos en la manada, ni cuando envejecen. Sin embargo, el aislamiento social está siempre asociado con tensión social en el grupo familiar o la manada.

3. Contacto social y físico en las sociedades equinas salvajes
Una unidad social equina solamente puede actuar de manera cohesiva cuando los individuos se reconocen y tienen respuestas fiables durante las interacciones sociales, lo cual reduce el riesgo lesiones a través de la comunicación asociativa o competitiva (comportamientos ofensivos, defensivos y de sumisión). Las relaciones sociales pueden ser caracterizadas en relación con las áreas de espacio personal que los individuos perciben alrededor de sí mismos. La zona de vuelo es considerada como la distancia que un individuo mantiene activamente entre sí mismo y una amenaza percibida. En los casos en los que potencialmente no existen relaciones positivas o negativas fuertes, los individuos se toleran dentro de cada una de sus propias zonas de tolerancia. Así, el espacio personal se diferencia de la zona de vuelo y de la zona de tolerancia respecto a la distancia y a la función social. Generalmente, los animales de menor rango respetan los contornos del espacio personal de los individuos con mayor jerarquía, mientras que los compañeros preferidos se asocian a menudo dentro del espacio personal de cada uno. Durante las interacciones asociativas se anima activamente a los individuos para que cada uno entre en los espacios personales de los otros.

Relaciones positivas (asociativas, filiales)
La facilitación social dentro del grupo, da a los animales jóvenes modelos de comportamiento social. Primero la yegua, después sus semejantes y finalmente otros miembros del grupo, ayudan a aprender un comportamiento apropiado para cada papel. Las relaciones filiales de los equinos son evidenciadas principalmente por tres comportamientos de tipo recíproco: acicalamiento, juego social y reposo (descanso) en posición erguida de manera contra paralela, para permitir un control mutuo de parásitos e insectos. El acicalamiento mutuo no sólo tiene una función de limpieza, al quitar pelos o rascar una piel que pica, sino que cuando éste es producido en ciertas localizaciones, disminuye la frecuencia cardiaca y los niveles de la hormona del estrés, cortisol. Por estas razones, el acicalamiento reduce la tensión social entre los miembros del grupo y se utiliza como un medio de reconciliación, luego de un conflicto social.

Ha sido demostrado que las relaciones sociales preferidas son también el resultado de iniciativas individuales activas. Por otra parte, las relaciones espaciales no sólo se dan entre los individuos de la misma edad y condición sexual, sino que también se relacionan con el estado reproductivo (vacía, embarazada o lactante) de las yeguas adultas. El juego social se realiza principalmente entre dos o más potros jóvenes o mayores, machos solteros o a veces sementales. El juego a través de estas líneas tampoco es infrecuente. El juego se caracteriza por las actividades que no tienen ningún uso o función inmediata e implica generalmente un sentido de placer. Sin embargo, el juego social también sirve para producir una gama de funciones de adaptación, que pueden incluir el desarrollo y mantenimiento músculo-esquelético, un buen estado cardiovascular, desarrollar habilidades reproductivas y de supervivencia y construir habilidades sociales y de comunicación.

Relaciones negativas (dominancia)
En general, si un animal no hace caso de las señales ofensivas sutiles cuando está dentro del espacio personal de otro, y el otro caballo es dominante, se produce una respuesta ofensiva hacia el intruso, que hace a este último alejarse rápidamente del espacio personal del caballo dominante. En los caballos salvajes, las relaciones de dominancia son observadas principalmente entre caballos jóvenes, y este tipo de comportamiento se produce básicamente para controlar el espacio y evitar conflictos. Especialmente los sementales poseen una amplia gama de rituales para expresar su territorialidad y fuerza y, así, evitar la confrontación directa y disminuir el riesgo de una lesión. Una relación de dominación entre dos individuos es siempre un proceso dinámico, pero éste no siempre es claramente visible para el ojo humano.

Siempre se deberá distinguir entre los comportamientos ofensivos y defensivos. Los comportamientos ofensivos son generalmente realizados con la cabeza. Los cuartos traseros pueden ser utilizados de manera ofensiva o defensiva. Los caballos son animales tan especiales que siempre preferirán huir a realizar una agresión. El rango de mando dentro de caballos salvajes es de tipo
lineal decreciente, aunque a veces puede ser circular. En general, la posición del semental alfa dependerá del contexto: en caso de confrontación con otro macho o de depredación, éste dominará sobre el resto de los miembros del grupo, mientras que en otras situaciones como cuando va a alimentarse o a beber agua, este podrá mostrar sumisión frente a algunas yeguas. El rango jerárquico de un individuo en el grupo puede estar determinado por la edad, tiempo de residencia, peso y nivel de agresividad. Las yeguas se organizan jerárquicamente de acuerdo a la edad o tiempo de residencia.

Interacciones y contacto social entre los seres humanos y los caballos
Aunque en la actualidad la relación de algunos seres humanos y sus caballos ha sido de tipo cooperativo y ha mejorado sustancialmente; la gran mayoría de las personas en el mundo mantienen una relación de dominancia con sus caballos. Este tipo de acercamiento desconoce el comportamiento natural de la especie equina y hace que los caballos sean literalmente esclavos de los caprichos y excesos del hombre. En el sistema tradicional de manejo de los caballos, predominan la explotación intensiva de la especie y la limitación de cualquier costo generado por permitir que un caballo viva de manera natural. En este sentido, los caballos son aislados socialmente o tienen muy pocas posibilidades de interacción social a través del uso limitado de sus sentidos. El comportamiento locomotor se ve afectado, ya que los caballos permanecen estabulados más del 75% del día. Son alimentados 2-3 veces (en vez de 24 veces) al día con una baja cantidad de forraje pobre en fibra y una alta cantidad de piensos ricos en carbohidratos. En contraste, los caballos salvajes pasan el 60-80% del día consumiendo forraje de baja calidad, para lo cual caminan entre 5 -10 kilómetros. Es necesario aclarar que cuando un caballo estabulado tiene una alta motivación para efectuar los diferentes componentes de su comportamiento natural, pero si su expresión está restringida a causa de los factores medioambientales de su estabulación, esta condición puede conducir hacia la frustración y por ende a la presentación de un comportamiento anormal, estereotipia.

Conclusión
Los caballos son animales altamente sociables que requieren de la interacción con sus semejantes en las diversas etapas de crecimiento y desarrollo sexual en un medioambiente que le permita alimentarse y desplazarse con total libertad. El resultado de esto es un animal adaptado socialmente y dispuesto a cooperar con su manada. Si el hombre entendiera y aplicara estas reglas naturales, lograría tener una relación más armoniosa con el caballo y al mismo tiempo obtendría mayores beneficios personales y económicos. La mayoría de las explotaciones intensivas equinas y el manejo tradicional del caballo contravienen las reglas naturales de la naturaleza equina.

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